La Asociación de dramaturgos de la Región de Murcia DREM, ha organizado un encuentro con el dramaturgo y director teatral Sergio Blanco, que presentará su último espectáculo: El bramido de Düsseldorf . Será el martes 13 de noviembre a las 20:00 horas, en el ambigú del Teatro Circo de Murcia. La obra se estrenará este miércoles 14/11 a las 21:00 en el Teatro Circo de Murcia.
SERGIO BLANCO:
Dramaturgo y director teatral franco-uruguayo. Sus piezas han sido distinguidas con varios primeros premios, entre ellos: el Premio Nacional de Dramaturgia del Uruguay, el Premio de Dramaturgia de la Intendencia de Montevideo, el Premio del Fondo Nacional de Teatro, el Premio Florencio al Mejor Dramaturgo, el Premio Internacional Casa de las Américas y el Premio Theatre Awards al Mejor Texto en Grecia.
En 2017 su pieza Tebas Land recibe el prestigioso premio británico Award Off West End en Londres. Su obra entra al repertorio de la Comedia Nacional de Uruguay en 2003 y 2007 con sus piezas .45’ y Kiev. Entre sus títulos más conocidos destacan Slaughter; .45’; Kiev; Opus Sextum; diptiko (vol. 1 y 2); Barbarie; Kassandra; El salto de Darwin; Tebas Land; Ostia; La ira de Narciso; El bramido de Düsseldorf; Cuando pases sobre mi tumba y Cartografía de una desaparición. Varias de sus obras han sido estrenadas en su país y en el extranjero, y la mayoría de ellas traducidas a distintas lenguas y publicadas en diferentes países.
El bramido de Düsseldorf
Es una pieza que relata la agonía y la muerte del padre del autor en una clínica de Düsseldorf, ciudad a la cual el dramaturgo ha viajado con su padre para llevar adelante un proyecto que nunca sabremos con certeza y exactitud cuál es.
A medida que la pieza avanza, se irán entrecruzando en un vertiginoso juego teatral, las tres posibles hipótesis por las cuales el dramaturgo se encuentra en Düsseldorf y que oscilan entre: la asistencia para concurrir a la inauguración de una exposición sobre Peter Kürten – el célebre asesino en serie alemán de principios del siglo XX conocido con el apodo de El vampiro de Düsseldorf –, y para la cual Blanco ha escrito el catálogo; la asistencia para firmar un contrato como guionista de películas pornográficas con una de las productoras cinematográficas más importantes de la industria porno europea; o la asistencia para proceder a su conversión al judaísmo por medio de su circuncisión en la famosa Sinagoga de Düsseldorf.
Teniendo como decorado central la sofisticada sala de tratamientos intensivos de la clínica en donde su padre está esperando la muerte, el texto narra los últimos encuentros entre padre e hijo, al mismo tiempo que va alternando las distintas citas que durante los tres días de agonía, el autor mantiene en la ciudad de Düsseldorf con la comisaria de la exposición sobre Peter Kürten, con la productora de la distribuidora pornográfica y con el rabino de la Sinagoga. De esta forma, paralelamente al tema de la muerte del padre – que será central –, el texto irá también abordando el tema de los límites del arte, el asunto de la representación de la sexualidad y la cuestión de la búsqueda de Dios.