Este musical basado en «El despertar de la primavera», de Frank Wedekind, fue estrenado en Broadway en 2006 con el título «Spring Awakening». El compositor es Duncan Sheik y el libreto corre a cargo de Steven Sater.
La obra presenta los conflictos e inquietudes de unos adolescentes cuyo destino está marcado por la intransigencia de una sociedad conservadora y moralista que proscribe todo lo relativo a la sexualidad y castiga cualquier manifestación vinculada a la curiosidad y la experimentación. Aunque la época en que transcurre la acción, finales del siglo XIX, queda lejana en el tiempo y el ambiente social que retrata poco o nada tiene que ver con las costumbres de nuestras sociedades modernas, los temas planteados se mantienen, paradójicamente, vigentes: la educación sexual, la incomprensión de los adultos hacia el mundo adolescente, el abuso físico y sexual, la homofobia, el suicidio, el aborto y el ateísmo son asuntos que contempla la obra.
Estéticamente, expone dos planos que se alternan en el desarrollo del drama, impregnado de un marcado tono poético: la austeridad del mundo real de los personajes, sofocados por la severa moral de la época, representada en las escenas habladas, contrasta con el expresionismo onírico y contemporáneo de las escenas musicales, de ritmos rockeros y folkies, que expresan la rebeldía y el deseo de libertad de los jóvenes protagonistas.